Científicos universitarios usan con muy buenos resultados las modalidades tradicionales de caza en la Comunidad Valenciana como herramientas de investigación, seguimiento y conservación de aves

Científicos universitarios usan con muy buenos resultados las modalidades tradicionales de caza en la Comunidad Valenciana como herramientas de investigación, seguimiento y conservación de aves

VALENCIA 19 DE FEBRERO DE 2016

La captura en vivo con artes tradicionales de caza, juega y puede jugar un papel fundamental en la investigación científica y la conservación, fundamentalmente en el caso del seguimiento de contingentes migratorios de determinadas especies cinegéticas o susceptibles de extracción. Esta es una de las opiniones vertidas por científicos universitarios que han participado en conversaciones previas a la presentación de sus estudios ante diversos foros europeos encargados de la conservación de las aves.

De la mano de APAVAL, la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) ha seguido de cerca dichos trabajos que afectan a los corredores migratorios del mediterraneo sobre la Comunidad Valenciana.

La utilización de determinadas artes cinegéticas de captura en vivo tradicionales, convenientemente adaptadas y previa formación de las personas voluntarias que participan en el registro de datos es una herramienta fundamental para el seguimiento de los contingentes migratorios de determinadas especies, conociendo las tendencias y evolución de sus poblaciones a lo largo de los años, contribuyendo al conocimiento del estado de las mismas y por tanto a su conservación, así como su posible relación con determinados factores ambientales.

En este sentido, en la Comunidad Valenciana, hay dos líneas de seguimiento claramente diferenciadas:

1)      El seguimiento de determinadas especies de fringílidos, concretamente el pardillo, verdecillo, jilguero, verderón, pinzón y lugano, mediante redes horizontales de tiro, denominado en los ámbitos de la caza: “silvestrismo”, que ya tiene implantado un proyecto desde el 2012, debidamente autorizado por la Generalitat Valenciana.

2)      El seguimiento de zorzales mediante el árbol del denominado “parany”, pero básicamente sustituyendo el arte de captura de “La Liga”, por las “redes verticales o japonesas” según ha recomendado la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, que reconoce la importancia del seguimiento de las poblaciones de aves, especialmente de las cinegéticas, pero mediante el empleo de redes.

Estás líneas de trabajo mediante la participación de voluntarios, de forma similar a como se realiza en otras ramas de la ciencia, permite a un bajo coste la consecución de grandes objetivos. Teniendo cazadores voluntarios verdaderamente expertos en dichas artes, sería absurdo desperdiciar dicho talento. Además, con una mínima formación añadida contribuyen a la denominada «ciencia ciudadana», pues su ayuda tiene un coste cero; de otra manera serían inabordables los estudios; citarles en nuestros trabajos es el único pago que reciben.

En concreto estas dos líneas son apoyadas desde el extranjero por distintos centros de investigación Franceses, concretamente “Oiseaux Migrateurs du Paléarctique Occidental (OMPO)” y el “Institut Méditerranéen du patrimoine cynégétique et faunistique (IMPCF)”.

Ante estos datos, la ONC apuesta firmemente por el desarrollo de este tipo de estudios que contribuyen claramente al conocimiento científico, mediante el empleo de estrategias para la toma de datos basadas en las cazas tradicionales y la “ciencia ciudadana”.

El proyecto llevado a la práctica está logrando importantes resultados a muy bajo coste; desarrollado por cerca de 200 voluntarios formados por los propios investigadores. A día de hoy ya se han establecido 55 puntos de registro en la Comunidad Valenciana, con la técnica tradicional de captura utilizada en el silvestrismo, la red horizontal de tiro, que han permitido el registro de unos setecientos mil fringílidos y el anillamiento de más de treinta mil desde el inicio de la investigación en 2012. De cara al futuro, la ONC considera que el proyecto debería reforzarse a través de acuerdos de colaboración con entidades anilladoras de Europa, y con la incorporación de anillas homologadas.