Bestiario animalista

Bestiario animalista

Felipe Vegue. Miembro de la Junta Directiva de la ONC y presidente de honor de ARRECAL

Artículo publicado en Caza y Safaris

Celebrado el Primer Foro de bienestar animal, que coincidió con la Feria de Intercaza celebrada recientemente en Córdoba y organizado por ARRECAL y la FAC y con la colaboración de la  ONC,  lo puedo calificar de acertado, oportuno y necesario en los momentos actuales.

Obtener conclusiones para dotarnos de razones técnicas, jurídicas y científicas, que nos deben servir para desenmascarar las mentiras, insultos y ataques vomitados desde el animalismo radical y que se están haciendo un hueco en el ordenamiento jurídico de este país, tenemos que atajar el más grande de los problemas que sufrimos y que se está enquistando peligrosamente entre legisladores y políticos, estos, escriben al dictado en diferentes Regiones Españolas, normas que posicionan al bienestar animal por encima de los derechos  de la persona y obligan, esclavizando sus a propietarios, con obligaciones imposibles de cumplir.

La primera de estas iniciativas para analizar el problema contó con cualificados científicos y profesionales de la investigación animal en diferentes ramas, veterinaria, experimental y científica.

Las conclusiones de cada uno de los ponentes como D. Antonio Arenas. Pte. Del colegio veterinario de Córdoba; D. Juan José Badiola PTE. del Colegio Veterinario de España; D. Cristian Cortázar Catedrático de la UCLM e investigador del IREC; D. José Mª Mancheño, Pte. FAC.; D. Santiago Iturmendi, Pte. ONC.; D. Santiago Ballesteros, Asesor Jurídico de la FAC, ARRECAL y ONC;  D. Nicolás Urbani, veterinario asesor de Arrecal y la Fed. Aragonesa; junto a D. Ángel Nuño, Vicepte. de Arrecal; y el que suscribe, serán en el futuro argumentos precisos para el control de la escalada frente al reto animalista.

En este viaje sin retorno en el cual parecíamos condenados, la utopía y la falta de rigor junto a las obligaciones incompatibles para tenencia de nuestros perros de caza, estas conclusiones ofrecen esperanza y herramientas para el manejo eficiente, adaptado a la creciente sensibilidad en el manejo de los animales objeto de caza y de compañía.

A mi juicio conclusiones muy realistas de este Foro, son el error de apreciación sobre la humanización animal frente a las necesidades básicas de afecto y compañía que en la soledad urbana, tienen desarrolladas muchas personas. Otra, el fundamentalismo animal como nueva forma de imponer criterios por las huestes animalistas en la sociedad urbana, mucho más peligroso  que el fundamentalismo religioso, compartiendo elementos comunes con las religiones,  excluyendo manejos tradicionales e implantando dogmas como tendencia social inapelable que enfrenta a dos mundos paralelos pero no iguales.

Doble moral a todas luces preocupante, el celebrar la muerte de personas, el ataque indiscriminado a menores, no da certeza de la bajeza moral de estas huestes, mientras los sectarios elevan a los altares a sus mediáticos profetas.

Exigimos reflexión y capacidad de raciocinio a nuestros legisladores para no crear una inseguridad jurídica que perjudique al propietario de animal, sea éste ganadero o de compañía; nosotros no debemos admitir ninguna nueva carga ni obligación ante disposiciones legales impuestas por el animalismo, cargándonos de obligaciones por estas imposiciones y tendencias sociales minoritarias nacidas en el desconocimiento.

Si pasamos a equiparar  a los animales con los humanos en derechos, cuándo podremos hacer que cumplan con obligaciones, son seres irracionales, no pueden asumir capacidades humanas aunque comparta ciertos patrones; mucho menos, debemos dejar que protectoras animalistas o partidos de este ámbito se erijan no sólo en defensores, también en portavoces de los animales.

Por último en palabras de un ponente: «El animalismo no conduce a ninguna parte, socaba los cimientos de la cinegética con limitaciones al uso y tenencia de nuestro mayor auxiliar, el perro». Condiciones utópicas, nada realistas para los animales e incompatibles con la propia naturaleza y condición de nuestros auxiliares.