WHATSAPP

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Artículo de Felipe Vegue Contreras

Coordinador de UIREMA y presidente de ARRECAL

“Ven, únete al coro del clan, caza con nosotros en el viejo bosque, sé leal como un lobo a sus montañas, conoce nuestras Leyendas, y sueña un tiempo inmemorial, despierta a tus genes y continua tu linaje”…

Uno, diez, cien, cuatrocientos, una y otra vez el buzzz buuuzzz de los contactos de WhatsApp, sonaba sin parar, la hora y el día de descanso, aconsejaban dejar el móvil apartado, pero, era tal la insistencia de los avisos, que no tuve más remedio que consultar quién y con tanta frecuencia enviaba un WhatsApp. Un nuevo grupo se estaba creando, un amigo había incluido todos sus contactos y la razón aconsejaba (si no quieres perder tu tiempo) dejar el grupo, como ya muchos estaban haciendo, sobrepasados por tal avalancha.

Se dice que son mil quinientos millones los mensajes diarios por WhatsApp. La gratuidad de la palabra escrita en su difusión, parece que crea una nueva adicción, pues, a mí como al gato, me pudo la curiosidad y cometí el error de intentar leer las docenas de mensajes que aparecían en este grupo, creado en torno a los practicantes, de una de las modalidades de caza genuinamente nuestras, objetivo //¡siempre en defensa e interés de los cazadores!//. Qué pena que invirtiendo tanto tiempo en este tipo de conversaciones los practicantes, no cuiden el lenguaje, imprescindible si quieres hilvanar y no perder los diferentes hilos, de los temas tratados.

WhatsApp ofrece amplia información en forma de palabras, fotos, archivos, casi lo que se nos ocurra, pero no enseña valores y cuando estos se descuidan, la gente que participa se degrada a sí misma y a los demás se permiten ciertas licencias sobre el honor de las personas y tenemos tendencia cada vez más acentuada de olvidarnos y ridiculizar la dignidad de las personas..

En este grupo, muy pronto la críticas y el desprecio se hicieron evidentes, unos pocos radicalizaron sus textos, en feroces diatribas, dirigidas en todas direcciones, unas, muy pocas líneas hacia los eco-animalistas y los mayoría, contra organizaciones cinegéticas y personas que las representan, todos afirman tener la solución adecuada a nuestros males y fían su solución, a una gran manifestación populista a celebrar unitariamente con todas las fuerzas, grupos y cazadores de este país sin excepciones.

Nadie de los usuarios, parecen pensar que estos mensajes, no están encriptados y pueden copiarse y utilizarlos según convenga, granjeándose el autor, más perjuicios que beneficios, ya que cualquiera puede leerlos y difundirlos y lo que es peor, poniéndose en inferior o igual nivel que aquellos que nos agreden habitualmente y utilizando la misma munición, líneas y líneas de un desprecio absoluto, a los entes actuales, a sus dirigentes y en general a todos aquellos que de continuo se ven desbordados por pesadas carga de trabajo y necesitadas de apoyo y voluntariado…

Unos pocos de nosotros, militamos en una o varias de estas Entidades o Asociaciones y participamos con gran esfuerzo personal y familiar, en proyectos, estudios y negociaciones de continuo y cuando tenemos algún resultado positivo, apenas es percibido y mucho menos agradecido por nuestros acólitos, que expresan y practican a la hora de la verdad, muy poco interés por el apoyo decidido en las diversas causas o la participación en el ingrato día a día del trabajo de estas Organizaciones.

En WhatsApp se alzan con demasiada frecuencia acusaciones en tono amenazantes y la verdadera conflictividad la que hay que arreglar, se eclipsa por el tono empleado, conscientes unos pocos del valor del dialogo esto no parece casar con las redes sociales y para que estos grupos tengan continuidad la figura del Administrador debe comprometerse a actuar cuando alguien no siga las reglas, el debate y el contacto puede ser positivo y ofrecer nuevas herramientas que a la mínima falta de respeto, pueden acabar como el rosario de la Aurora. El diálogo y el debate pueden florecer y crecer, asimismo, cuando se conversa y se toma en serio a quienes sostienen ideas distintas de las nuestras.

WhatsApp ofrece oportunidades únicas pero no responde, ni define las preguntas profundas de los diferentes problemas cinegéticos, Es primordial la tarea informativa que ofrece, la cultura de los medios de comunicación pueden ayudar, a dar soluciones, incluso en los actos hostiles sin necesidad de moverse del sillón, el dialogo y el debate pueden florecer y si es con seriedad, tomar en consideración a las personas que participan, existen otros formas medios y páginas anónimas, dedicadas a no se sabe ¿qué? ,Blogs, Ideas, llenas de opiniones, son muy pocos los que prestan su imagen en positivo ya que somos muy dados a la crítica feroz y la porfía desde el anonimato, como auténticos salva patrias.

Quizás sea mejor decir adiós a los mensajes de texto, no dejarnos configurar la vida por opiniones extremas (que a la larga pesan como una losa), a los interesados, mejor hablarles, se está más cómodo, al menos por teléfono, y de esta forma encontraremos que las opiniones propias y ajenas mejoran y aunque parezca que tecnológicamente estamos quedándonos atrás al menos nos sentiremos cómodos.